La política fiscal en Estados Unidos desempeña un papel crucial en la estabilización económica y el crecimiento del país. A través de las decisiones relacionadas con los impuestos y el gasto público, el gobierno federal busca influir en la actividad económica, promover el crecimiento y mantener la estabilidad macroeconómica.
Comprender la política fiscal es esencial para cualquier persona interesada en economía, finanzas, tributación o administración pública. No solo afecta a los ciudadanos y empresas a través de la imposición de impuestos, sino que también determina cómo se distribuyen los recursos dentro de la economía.
En este post, exploraremos las principales estrategias y desafíos en la política fiscal de Estados Unidos, así como su impacto en la economía nacional y global dentro de un contexto global cambiante.
Objetivos de la Política Fiscal en Estados Unidos
Los objetivos de la política fiscal en Estados Unidos están orientados hacia la promoción del crecimiento económico sostenible, la estabilidad de precios y el pleno empleo. A través de una combinación de impuestos y gasto público, el gobierno federal busca:
- Estimular el crecimiento económico: Invertir en infraestructura, educación y tecnología para impulsar la productividad y el desarrollo económico.
- Mantener la estabilidad macroeconómica: Utilizar el gasto público y los impuestos para controlar la inflación y mitigar los efectos de las recesiones económicas.
- Reducir el desempleo: Implementar políticas que fomenten la creación de empleo y la capacitación laboral.
- Redistribuir la riqueza: A través de un sistema fiscal progresivo, se busca reducir las desigualdades económicas y mejorar la equidad social.
Para alcanzar estos objetivos se requiere un equilibrio cuidadoso entre la recaudación de impuestos y el gasto público, adaptando la política fiscal según las condiciones económicas del momento.
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Herramientas de la Política Fiscal
La política fiscal en Estados Unidos se implementa principalmente a través de dos herramientas: los impuestos y el gasto público. Estas herramientas permiten al gobierno influir directamente en la economía.
Impuestos
Los impuestos son la principal fuente de ingresos del gobierno federal. Se utilizan para financiar el gasto público y pueden ser ajustados para influir en la demanda agregada. Los principales tipos de impuestos en Estados Unidos incluyen:
- Impuesto sobre la renta: Grava los ingresos de individuos y empresas.
- Impuesto sobre las ventas: Se aplica a la venta de bienes y servicios.
- Impuestos sobre el consumo: Incluyen impuestos sobre el alcohol, tabaco, y combustibles.
- Impuestos sobre la propiedad: Gravan el valor de las propiedades inmobiliarias.
Gasto Público
El gasto público incluye todas las erogaciones del gobierno federal para financiar servicios públicos, programas sociales, infraestructura, y defensa. Las principales áreas de gasto son:
- Seguridad Social y Medicare: Programas que brindan apoyo a la población jubilada y asistencia sanitaria a personas mayores de 65 años.
- Defensa: Financiación de las fuerzas armadas y operaciones militares.
- Infraestructura: Inversiones en carreteras, puentes, aeropuertos y otros proyectos de infraestructura crítica.
- Educación y Salud: Financiación de escuelas públicas, universidades, hospitales y programas de salud pública.
Siendo estas las principales áreas donde se enfoca (a lo largo de los años) el gasto público; en el siguiente artículo Compendios de política pública: ¿Cómo se distribuye el dinero de los impuestos federales que pagan los contribuyentes? del Center on Budget and Policy Priorities, podemos ver el porcentaje de gastos del año 2023, quedando como los principales: Seguro Social, Seguro Médico y Defensa.
Estrategias Fiscales en Estados Unidos
Estados Unidos de América (USA) utiliza una variedad de estrategias fiscales para alcanzar sus objetivos económicos. Según el libro "Public Finance and Public Policy" de Jonathan Gruber, estas estrategias incluyen intervenciones para corregir externalidades negativas (como impuestos ambientales) así como para fomentar externalidades positivas (como subsidios a la investigación y desarrollo), la regulación de impuestos y gastos para influir en la demanda agregada, la inversión pública en infraestructura y programas sociales, y políticas de estímulo fiscal en tiempos de recesión.
Además, Estados Unidos ha implementado políticas de alivio fiscal, como la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA), que redujo las tasas impositivas corporativas y personales en un esfuerzo por estimular el crecimiento económico y la inversión empresarial.
En esta ley se destaca cambios en deducciones, depreciaciones, y gastos, como la introducción de una nueva deducción del 20% para ciertos ingresos comerciales y límites en la deducción de intereses comerciales. También, aborda modificaciones en el tratamiento de intercambios equivalentes y pérdidas operativas netas. Estos cambios buscan ajustar las políticas fiscales a las nuevas normativas establecidas por la TCJA.
Las estrategias fiscales que implementa el gobierno de Estados Unidos varían según el ciclo económico. En general, se utilizan dos enfoques principales: la política fiscal expansionista y la política fiscal contractiva.
Política Fiscal Expansionista
La política fiscal expansionista se utiliza durante períodos de recesión o crecimiento económico lento. El objetivo es estimular la economía aumentando el gasto público y/o reduciendo los impuestos. Estas medidas incrementan la demanda agregada, fomentando la producción y la creación de empleo.
- Reducción de impuestos: Menores tasas impositivas dejan más dinero en manos de los consumidores y empresas, incentivando el gasto y la inversión.
- Aumento del gasto público: El gobierno invierte en proyectos de infraestructura, educación y otros programas que generan empleo y actividad económica.
- Incentivos fiscales: Créditos fiscales y deducciones que estimulan la inversión en sectores específicos, como energía renovable o investigación y desarrollo.
Un ejemplo de política fiscal expansionista en Estados Unidos fue el paquete de estímulo económico implementado durante la crisis financiera de 2008, que incluyó recortes de impuestos y un aumento significativo del gasto público para reactivar la economía.
Política Fiscal Contractiva
La política fiscal contractiva se implementa cuando la economía está en riesgo de "sobrecalentamiento", lo que puede provocar una inflación excesiva. El objetivo es reducir la demanda agregada aumentando los impuestos y/o reduciendo el gasto público. Esto ayuda a enfriar la economía y mantener la estabilidad de precios.
- Aumento de impuestos: Mayores tasas impositivas reducen el ingreso disponible, limitando el consumo y la inversión.
- Reducción del gasto público: El gobierno recorta el gasto en programas no esenciales para reducir la demanda y evitar un exceso de inflación.
- Eliminación de incentivos fiscales: Se eliminan créditos fiscales y deducciones para sectores que no requieren estímulos adicionales.
Un ejemplo de política fiscal contractiva fue la serie de aumentos de impuestos y recortes de gastos implementados en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial para controlar la inflación y reducir la deuda pública.
Desafíos Actuales de la Política Fiscal en Estados Unidos
A pesar de sus estrategias, Estados Unidos enfrenta varios desafíos en su política fiscal. "The Future of Fiscal Policy": American Economic Policy de Owen Zidar (Princeton), estos desafíos incluyen el aumento de la deuda nacional y los déficits presupuestarios, la eficiencia en el sistema tributario y el continuo incremento de los gastos en Salud.
Adicional, Estados Unidos enfrenta desafíos en la gestión de políticas fiscales durante crisis económicas y emergencias, al igual que todo el mundo, como lo indica este informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el alto costo de vida especialmente en los precios de los alimentos y el uso de la energía a partir de la pandemia (2022) La política fiscal puede ayudar a la gente a superar la crisis del costo de vida.
La política fiscal en Estados Unidos enfrenta varios desafíos en la actualidad, que complican la capacidad del gobierno para alcanzar sus objetivos económicos y sociales.
Deuda Pública
Uno de los mayores desafíos es la creciente deuda pública. Con un déficit presupuestario persistente, la deuda federal ha alcanzado niveles históricos, lo que limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas y aumenta el costo del servicio de la deuda.
La alta deuda pública puede llevar a mayores tasas de interés y a la necesidad de implementar políticas fiscales más restrictivas en el futuro, lo que podría afectar negativamente el crecimiento económico.
De acuerdo con el sitio web de Peter G. Peterson Foundation podemos verificar cuanto es la deuda pública nacional a la actualidad, incluso cuanto le corresponde en deuda a cada persona que vive en USA. También, incluye gráficos sobre el endeudamiento a partir del año 1950 y tiene proyecciones hasta 2054 ... donde se visualizan claramente las tendencias.
Desigualdad Económica
La desigualdad económica sigue siendo un problema importante en Estados Unidos. A pesar del crecimiento económico, las disparidades en los ingresos y la riqueza han aumentado, lo que plantea desafíos para la cohesión social y la estabilidad política.
Abordar la desigualdad económica requiere políticas fiscales que promuevan una distribución más equitativa de la riqueza, como la implementación de impuestos más progresivos y el aumento del gasto en programas sociales.
Globalización y Competencia Fiscal
La globalización ha aumentado la competencia fiscal entre países, lo que ha llevado a una presión para reducir los impuestos corporativos y otros gravámenes. Esta competencia puede erosionar la base impositiva y dificultar la recaudación de ingresos suficientes para financiar el gasto público.
Además, la globalización ha facilitado la evasión y elusión fiscal, lo que representa un desafío adicional para las autoridades fiscales en la recaudación efectiva de impuestos.
Cambio Climático
El cambio climático plantea un desafío cada vez mayor para la política fiscal en Estados Unidos. La necesidad de financiar la transición hacia una economía más sostenible requiere nuevas inversiones en energía renovable, infraestructura verde y adaptación climática.
Implementar políticas fiscales que fomenten la reducción de emisiones de carbono y promuevan prácticas sostenibles es crucial para enfrentar este desafío global.
Impacto Económico y Global
La política fiscal de Estados Unidos tiene un impacto significativo en la economía nacional y global. Las decisiones fiscales en Estados Unidos pueden influir en variables económicas claves, como el crecimiento del PIB, el empleo y la inflación, así como en los flujos de capital y el comercio internacional. Siendo Estados Unidos un socio estratégico a nivel de comercio internacional para muchos países y el dólar la moneda fija para este comercio. Donde es un gran socio comercial en el Continente Americano, de acuerdo con la BBC, para los países de: Haití, México, Canadá, Honduras y St. Kitts.
Además, las políticas fiscales de Estados Unidos pueden afectar la estabilidad económica y financiera en otras partes del mundo, como se destaca en el informe del Fondo Monetario Internacional "United States: Selected Issues".
Hay unas estadísticas bastante interesantes de indicadores ofrecidos por el Banco Mundial clasificados en temas: como lo social, económico, medioambiente, instituciones, incluso también por los ODS (Objetivo de Desarrollo Sostenible).
Conclusión
La política fiscal en Estados Unidos juega un papel fundamental en la gestión económica del país. A través de una combinación de estrategias y políticas, Estados Unidos busca promover el crecimiento económico, la estabilidad y la equidad en su sistema fiscal. Sin embargo, la política fiscal enfrenta desafíos significativos, incluyendo la creciente deuda pública, la desigualdad económica, la competencia fiscal global y el cambio climático. Abordar estos desafíos requerirá una combinación de innovación fiscal, colaboración internacional y un enfoque sostenido en la justicia económica y social.
En un mundo en constante cambio, la capacidad del gobierno de Estados Unidos para adaptarse y responder efectivamente a estos desafíos será crucial para mantener la estabilidad y prosperidad económica en las próximas décadas.
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